lunes

LA CRISIS DE ESPAÑISTÁN... DE ALGÚN LADO VIENE


Un vídeo divertido y esclarecedor para tener una panorámica de la crisis de España.
Os recomiendo verlo hasta el final.

lunes

OSCUROS SECRETOS DE LA INDUSTRIA MÁS RENTABLE


Lo que todos suponíamos y nadie se había atrevido a contar:
  1. Las farmacéuticas centran su objetivo en que siempre haya gente enferma, de lo contrario se acabaría su negocio. 
  2. A menudo los fármacos no son más efectivos que un placebo.  
  3. Los antidepresivos y ansiolíticos crean adictos de por vida. 
  4. Jamás se encontrará un medicamento para erradicar el cáncer o el sida: económicamente no interesa. 
  5. Los efectos secundarios garantizan que seguirás consumiendo otros fármacos para librarte de ellos o paliarlos, al tiempo que luchas contra tu enfermedad principal. 
Habría un largo etcétera que añadir, pero prefiero que lo escuchéis por boca de una experta en la materia que trabajó en este sector hasta el año 2000. Se presenta con nombre y apellidos, y el vídeo no tiene desperdicio.


Habrá quien lo considere mal intencionado, sesgado o incluso incierto. Pero en ningún caso se pueden desechar por completo las informaciones que arroja.
Solo recordad una cosa: cuando el río suena...
"El jardinero fiel" no era solo una película. Lamentablemente, este tipo de historias tiene aún un trasfondo demasiado real.
Las plantas curan. Crecen solas. No tienen efectos secundarios. Por algo será.
La naturaleza es de todos. Solo unos pocos quieren convertirla en un negocio descomunal. Hasta ahora, lo han conseguido.
Lamentable.

viernes

S.O.S. DELFINES


Dinamarca, bello país, cruel tradición.
Cada año, los jóvenes de las islas Feroe llevan a cabo un rito iniciático que les convierte en hombres: la masacre indiscriminada de delfines.
Los delfines calderones se acercan a la costa confiados, atraídos por el contacto humano. Allí encuentran su muerte. Las aguas se tiñen de rojo mientras ellos gimen con sonidos semejantes al llanto de un bebé, desangrándose lentamente y sufriendo sin más motivo que la brutalidad humana.
Estamos en el siglo XXI, pero algunos lugares aún no se han enterado.

Aunque Dinamarca no es el único lugar donde sucede algo semejante.
Con distintas excusas, en Japón cada año se incrementa la caza y matanza de estos animales. Los pescadores lo justifican como un medio de controlar la población de cetáceos y el excesivo consumo de pescado que producen en sus aguas. No es cierto: desde las limitaciones a la caza de ballenas, la carne de delfín se ha revalorizado. Así pues, esta supuesta "regulación" de los recursos marinos, les reporta un buen montante económico que no desprecian.



Por lo visto, en las islas Feroe también los habitantes se comen a esos delfines.
El hombre es un depredador. Desde que pisó la faz de la Tierra cazó para comer.
Pero ¿es necesario hacerlo con crueldad?
¿Hay verdadera necesidad de hacerlo?
Si la caza es un juego, una celebración o un deporte, deja de cumplir el requisito básico de la supervivencia. Hay otros juegos mucho más cívicos, para practicar en grupo o en solitario, desde el ajedrez al sumo.

Porque no hay que olvidar que PARA TODO HAY ALTERNATIVAS.
Solo es cuestión de buscarlas.

miércoles

EL NICHO Nº 19


Parece una película, pero es real.
Se llamaba Paloma Cerdán, tenía 25 años, era auxiliar de enfermería y sufría trastorno de personalidad.
Un día pidió ayuda en la calle a un desconocido porque se encontraba mal. El hombre la llevó a su casa y poco después la vio morir de sobredosis.
No conocía su nombre, no la había visto nunca, no sabía nada de ella.
Llamó a la policía y la trasladaron a la morgue. Allí estuvo más de un mes. No fue identificada ni reclamada. La enterraron en un nicho sin identificación: el número 19 del cementerio de la Almudena, en Madrid.
Meses después unos barrenderos encontraron su cartera con el DNI en un parque.
Entretanto, su familia la buscaba por todos los sórdidos lugares que solía frecuentar Paloma desde que se dejó arrastrar por la droga.
Así pasaron tres años. Su madre siempre creyó que la encontraría con vida.


Se equivocaba.
Hace unos meses recibió una comunicación policial: se habían identificado unos restos con los de su hija. Se encontraban en un nicho.
Habían pasado tres años, sin una sola noticia. Y de repente, el misterio de su desaparición se había resuelto.
¿Cómo? De forma sencilla. El Grupo de Desaparecidos de la Comisaría General de Policía Judicial (unidad que rastrea desaparecidos) cotejó las huellas del cadáver con las de aquel DNI. Algo tan básico y simple que cabe preguntarse por qué hasta ahora a nadie se le había ocurrido hacerlo.
Tal es así que su madre pone en duda que se trate de Paloma realmente. Ha solicitado las fotos del cuerpo a la policía científica para asegurarse. Ha pasado mucho tiempo, ha visto muchas cosas, no comprende que podría haberse ahorrado su dolor si alguien hubiese realizado ese simple trámite antes.
Lamentablemente, no es el único caso.
En España hay 12.000 desparecidos, muchos de los cuales podrían localizarse si existiera conexión entre los distintos ficheros policiales siguiendo un trámite tan sencillo como el que ha llevado a la identificación de Paloma.
Existe el progreso, los avances tecnológicos. Pero también muchas Palomas Cerdán anónimas sin identificar. Y muchas familias que siguen preguntándose dónde están sus seres queridos, a los que perdieron de vista un buen día y de los que nadie les ha vuelto a dar noticias. La incertidumbre y la espera no tienen precio, no se compensan con nada una vez que pasa el tiempo.
Todos los desaparecidos tienen derecho a descansar en paz, si es que ya no están vivos.
Sus familiares y amigos tienen derecho a obtener las respuestas que buscan.
La tecnología está para algo, y vivimos en la era de la informática.
¿Por qué no la utilizamos mejor?

jueves

OCUPAS ECOLÓGICOS


El lugar se llama Can Masdeu. Y la "okupación" se centra en una masía y los huertos colindantes.
En ellos, la comunidad de ocupas ha reimplantado la agricultura ecológica, respetando el medio ambiente y la estacionalidad de los cultivos.
Para que luego digan que los "squaters" no tienen hábitos constructivos y solo se mueven entre la música estridente y los humos de la ciudad.


En Can Masdeu se organizan solos, cada cual aporta sus conocimientos y experiencia, solucionan en grupo sus problemas y han establecido la rotación de tareas: así todo el mundo sabe un poco de todo y nadie es completamente indispensable en su sector, por si las moscas. Han establecido una comisión de agua, otra de estiércol, de tierra, de fiestas y de economía. Vamos, de lo más controlado el asunto.
Pero además han atraído a los agricultores de la zona y entre todos contribuyen a revitalizar la zona, que estaba totalmente deprimida antes de su llegada.
En estos tiempos de transgénicos, semillas modificadas, abonos químicos y explotación abusiva de la tierra, donde las frutas no saben a nada y las lechugas provocan ardor de estómago, los ocupas de Can Masdeu producen alimentos sanos, realizan conservas con el excedente y se mantienen fuera del canal consumista de esta sociedad.
¿Quién da más?