Este fenómeno es conocido como las Perseidas, y supone una caída de meteoritos a la atmósfera que puede superar los 50 ejemplares por hora. El mejor momento para su observación coincidirá este año con la madrugada del día 13 de agosto. Sin embargo, como coincide con luna llena, no debemos hacernos muchas ilusiones, porque el cielo no estará lo suficientemente oscuro.
Por eso vamos a dar un truquillo para que los amantes de los cuerpos celestes se hagan con un meteorito casero sin el menor esfuerzo (vean o no estrellas fugaces en el cielo).
Debido a esa entrada masiva de meteoritos en la atmósfera, quedan en suspensión numerosas partículas diminutas que solo caerán a tierra con las primeras lluvias.
De manera que cuando veamos descargar las primeras lluvias de agosto, ponemos un barreño en la terraza para que recoja el agua de lluvia. Luego dejamos que ese agua se evapore al sol en los días posteriores. Cuando esto suceda, colocamos una hoja de papel sobre el polvo que resta en el fondo del barreño. Y sobre el papel, aplicamos un imán. Sin separarlo del papel, levantamos la hoja y en la cara opuesta observaremos que quedan adheridas diversas partículas.
Estas partículas son polvo de meteorito. Se adhieren al imán porque están compuestas de hierro y otros metales pesados.
Así que, ¡VOILÁ!, ahí tenemos nuestro tesoro cósmico.
Merece la pena intentarlo. Es lo más cerca que muchos llegaremos a estar de una roca sideral.
Por si queréis perseverar en la observación de estrellas fugaces, aquí va un calendario para mirar el cielo en busca de ellas en otros momentos del año:
- 7 y 8 de octubre: lluvia de las Dracónidas.
- 20 y 21 de octubre: las Oriondas.
- 5 de noviembre: Tauridas del Sur.
- 11 y 12 de noviembre: Tauridas del Norte.
- 17 de noviembre: Leónidas.
- 13 y 14 de diciembre: Gemínidas.
