sábado

VIDA DE PERROS: ANIMALES EN ESPAÑA


La revista Baywacht (para la comunidad inglesa en Andalucía) recoge este mes una investigación sobre el trato a los animales en nuestro país.
Ingleses y alemanes comenzaron a llegar hace décadas a las zonas más soleadas de España, y con ellos fueron arraigando los hábitos de cuidado a las mascotas. Su punto de vista, en comparación con lo que ocurre en sus países de origen, es significativo.
“En España los animales han sido considerados tradicionalmente como una herramienta, y sigue siendo así en muchos casos”. Cierto.
  • Numerosas fincas tienen perros guardianes que nadie cuida más que esporádicamente y que subsisten por sus propios medios.
  •  En los campos se ven burros inmovilizados, con las patas atadas y heridas por el roce de la soga. El pelo ya no les vuelve a crecer ahí.
  • Los caballos se mantienen estabulados, a pesar de contar con terrenos vallados donde podrían pastar libremente y de forma más sana.
  • Cuando termina la temporada de caza, muchos galgos son sacrificados de manera brutal, a menudo apaleados o colgados de un árbol hasta que mueren, una crueldad innecesaria que solo consigue prolongar su sufrimiento agonizante.   
Los extranjeros no lo entienden. Es normal. No tiene lógica.
Porque el hecho de que determinados animales sirvan a un propósito, no quita para tratarlos de un modo más humano. Pero hay gente que aún no lo ve así, porque el papel que estos animales cumplen para ellos no es emocional, sino práctico. Cuando son demasiado viejos o se vuelven inútiles, son abandonados. Como cuando se estropea un tostador.

Las crías de una camada indeseada se echan en una bolsa de plástico y se apalean. Así se soluciona el problema. O bien, se arrojan a un contenedor.
“Si esto ocurriera en Gran Bretaña, la noticia saldría en los periódicos, el culpable recibiría una avalancha de correos de aborrecimiento, sería juzgado y acabaría en prisión”.
Los gatos callejeros se llevan la peor parte. “El año pasado a un turista le picó una pulga en el puerto, y la autoridad decidió eliminar a los 100 gatos que vivían en la zona”. Los gatos no generan beneficios, así que ¿por qué gastar fondos en campañas de esterilización y sensibilización? Hay quien se olvida que erradican plagas de roedores y bichos, y difícilmente transmiten enfermedades a las personas.
 Y como todo se pega menos la hermosura, resulta que ahora muchos extranjeros que vuelven a su país copian las malas costumbres locales, y dejan abandonadas a sus mascotas porque supone un engorro desplazarse con ellas.


Adana, Kimba, Rawl o Siempre Contigo, son algunos de los refugios y protectoras que realizan una continua labor de acogida y sensibilización, a menudo sin más ayuda que las donaciones. No lo tienen fácil, pero ahí están. Saben que mucha gente piensa aún que los animales son seres de segunda clase, o incluso cosas. Pero eso es porque jamás se han cruzado con uno y le han prestado atención durante cinco minutos.



Ayer encontré bajo mi terraza un gato perdido. Tendría mes y medio. Solo quería comida y cariño. Después de llenarse la panza, coger familiaridad y jugar, se me quedó dormido en las piernas.
Los que tienen un animal de compañía saben lo que significa esto: aunque no quieras una mascota en casa, ya no te va a ser posible desprenderte de ella.
Pero vivo de alquiler y en el contrato figura una cláusula: nada de animales.
Grave dilema. Las leyes humanas no van en consonancia con la ley natural.
Aún así, le puse un nombre. Le llamé Suerte.

PS: No compres, adopta. 


4 comentarios:

  1. Yo voy un poco más allá y me pregunto:

    ¿El hecho de obligar a un animal a convivir contigo, más aún si lo has comprado, no es ya una forma de maltrato? ¿Acaso haríamos lo mismo con un humano?

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  2. Muy bueno, Friki.
    También yo voy más allá.
    Puesto que están abandonados, ¿no es humano recogerlos? ¿Cuál es ahora su hábitat?
    Con los animales salvajes, en plena selva, se sabe: se recogen, se cuidan, se reinsertan, y todo vuelve a su orden.
    Pero a los que hemos convertido en domésticos... ¿Están mejor en la calle o en casa?
    Lo ideal: una gran finca donde puedan correr a su gusto, tener techo y comida asegurada.
    ¿Quién se lo puede proporcionar?
    A mí tampoco me gusta la idea de mascotas encerradas en pisos. Aunque reciban cariño, no están libres, algo les falta.
    GARE

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  3. En otros lugares de España se meten a fondo con las corridas de toros, pero no hacen tanto hincapié en los demás animales. Los animales tienen derechos como las personas.

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  4. Mientras el humano lo siga invadiendo todo, va a haber poca justicia con los animales, porque antes o después chocan. Y desarrollar una conciencia de buen trato animal lleva tiempo: desde la niñez.y esto es como todo: mientras el hombre siga siendo un ANIMAL, pobres criaturas los animales.

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