CHILLIDAS A 30€, O EL CUTRE-GOLPE A LA ESPAÑOLA

El mundo del arte está de saldo.

Eso, o los ladrones ya no entienden del oficio.

En cualquier caso, como dicen los viejos, el mundo ya no es lo que era. Y no les falta razón.

La cosa empieza en noviembre en plan superproducción de Hollywood: tres encapuchados roban en Madrid un camión de obras de arte (que acababan de volver de una exposición en Alemania), con varios picassos, chillidas y boteros, entre otros. Los tipos burlan las medidas de seguridad, no dejan ni rastro y el camión aparece vacío tres días después. Vamos, en plan Ocean’s Eleven: una banda que controla.

Pero hace unos días, con la poli despistada por completo, a los cacos se les ocurre ofrecer una escultura de Chillida “al peso” a un chatarrero por 30€.

¡30€! ¡Pero eso no da ni para la gasolina! ¿Esa era su idea de hacer fortuna de forma ilegal?

Así que del cine de Hollywood nos pasamos a la españolada más cutre. Esto ya no es Ocean’s Eleven, sino “Los chapuzas andan sueltos y avanzan a tropiezos”.

La policía recibe el soplo y localizan la furgoneta con las llaves puestas y el resto de las obras dentro. ¡Todas menos una! Aquí parece que las fuerzas del orden ganan por la mano a los cacos, pero las declaraciones oficiales nos dan qué pensar, porque dicen que: 

1. Aún no se ha practicado ninguna detención.
2. No se descarta ninguna hipótesis.
3. Se confía en detener próximamente a los autores del robo.

O sea, que no tienen ni pajolera idea de por dónde tirar, quién ha sido, por qué lo ha hecho ni dónde buscar. Es decir, volvemos al cine, pero esta vez en plan El regreso de la Pantera Rosa.

El robo del año se desinfla y se convierte en el bluf de la década.

Los tipos podrían haber chantajeado a las aseguradoras, a las galerías que exponen las obras, moverlas en el mercado negro y conseguir millonadas, utilizarlas como moneda de cambio en el tráfico de armas o drogas a gran escala… ¡Y van y la cagan por 30€!

Podrían estar tomando el sol en las Bermudas con una buena cuenta corriente irrastreable en plan Lisbeth Salander… ¡pero en lugar de endosarle su tesoro a los mafiosos van y contactan con un chatarrero!

Definitivamente, ya nada es lo que era. Eso o la meca del cine nos ha engañado y los ladrones de guante blanco solo existen en la febril imaginación de los guionistas.

Qué pena que la realidad sea siempre tan prosaica, tanto para lo malo como para lo bueno.

Por suerte todavía nos queda la carta a los Reyes Magos. Rezaremos para que no se pongan en huelga.