STREET VIEW: ¿ESPÍA, MIRÓN, O SIMPLEMENTE POLÉMICO?

Recientemente, una joven japonesa ha demandado a Google por mostrar en Street View una imagen de su edificio donde se aprecia claramente su ropa interior tendida en el balcón.

Su reclamación no es millonaria (no llega a los 6.000 euros), pero al parecer esa muestra de su intimidad la ha sumido en un estado de ansiedad, le ha costado su trabajo y ha tenido que cambiar de domicilio. Para rizar el rizo, la joven teme ser víctima de un crimen sexual. ¡Cómo están las cosas en Japón, señores!

El juzgado ha fallado en su contra: la ropa estaba expuesta a la vista pública.

Sin embargo, no ha sido la única que se ha quejado de violación a la privacidad, y debido a la presión entre los nipones, Google va a rehacer su callejero fotográfico en Japón (que cubre 12 ciudades) incorporando imágenes tomadas a mayor distancia donde no se aprecie el interior de inmuebles y comercios.

En la misma línea, Grecia le ha prohibido tomar imágenes de sus calles hasta que no ofrezca garantías de seguridad de que esto no vuelve a suceder. En respuesta, Google procederá al difuminado de matrículas y placas de edificios.

Pero el asunto no es nuevo. En 2008 el matrimonio estadounidense Boring acusó a Street View de fotografiar su casa desde un camino privado, violando su privacidad. Tras dos años de demandas quisquillosas, la corte sentenció a Google a pagar ¡UN DÓLAR! por allanamiento de morada. La pareja ha ganado al gigante de internet, y eso sienta precedente. Pero un desgaste de dos años litigando no se cubre con un dólar, por mucho que la ley te dé la razón. Tal vez, como consuelo, decidan enmarcarlo y colgarlo del salón.  

Conclusión: lo de David y Goliat es de esas historias que solo ocurren una vez. Desengañémonos: en nuestro mundo los gigantes son los más fuertes, los más grandes y los que tienen mejores abogados. Un simple mortal que luche solo jamás va a derrotarles, por mucho que se ampare en la razón