martes

¿CRISIS? ¡NO! PRENDE FUEGO AL LUJO


¿Cuál es el gasto más inútil?
Pagar una millonada por algo que no vas a utilizar más que unas horas.
¿Y quien hace eso, sobre todo en tiempos de crisis? ¿Los ricos?
¡NO! Todo el mundo el día de su boda.
Y por si no lo teníamos claro, ahora nos llega una nueva tendencia de fotografía creativa: el "trash the dress", o tira el dinero a la basura. Porque el asunto consiste en echar a perder el traje de novia, ya que no se va a utilizar por segunda vez.
La corriente surge en 2001 cuando el fotógrafo John Michael Cooper empieza a tomar imágenes de gente muy elegante en escenarios fuera de contexto, como basureros, fábricas, campos lodosos. Aunque el origen está en un episodio de la serie Sunset Beach, cuando la protagonista se echa al mar con el vestido de novia después de plantar a su prometido en el altar.
Pero ahora se está llevando más lejos y comienza la transgresión: se prende fuego al traje, se embadurna de barro o pintura, se mancha de grasa, se desgarra...
¡Cualquiera diría que estas novias ya están arrepentidas de su decisión!
Los anglosajones lo están haciendo con estilo, pero siempre hay ejemplos cutres que ponen los pelos de punta. Claro, que es muy alternativo. Pero si yo fuera el novio me parecería muy heavy. Si las chicas hacen eso con su mejor vestido... ¡la luna de miel puede ser como un encuentro con Freddy Krueger!

3 comentarios:

  1. Adrean Berlian, eres todo un referente del lado ácido de la realidad.

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  2. Si mi novia hiciese lo mismo con su vestido, tendría que hacer lo mismo con su madre y sus amigas que le han inculcado esa horterada de casarse en un bodorrio y de blanco.

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  3. Qué abismal diferencia a las épocas en que el vestido de marras se reutilizaba hasta para varias niñas (las primas pobres)en su primera comunión.¡¡Ésos eran vestidos, no como éstos que no duran ni un telediario!!Vestidos que tienen cosas que contar, vestidos a los que no les daba vergüenza ser reciclados...al contrario. Sentían orgullo de seguir siendo útiles, vestidos con solera y retratados en fotos de diferentes épocas. Vestidos orgullosos de sí mismos. Y cuando ya no daban más era como esos mocasines que bailaron y bailaron hasta que al final de su vida útil eran dejados en la tierra para que de ellos naciera una flor hermosa.

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