domingo

MÁS DE UN DÍA PARA CELEBRAR


¡Ché, pives!
Hoy es el Día de la Lealtad en Argentina.
¡El día de la Lealtad!
Vale que en su origen la celebración se instauró para conmemorar la fecha en que las masas populares salieron a la calle para pedir la liberación de Perón, entonces encarcelado. De manera que el día tiene aún cierto tinte partidista: hay quienes lo detestan, hay quienes lo celebran.
Aun así... una reflexión, eliminando cualquier acento político.
Acá tenemos el día de la salud dental, de la alimentación, de la lucha contra el cáncer, de los derechos del niño, de la música... e infinidad más. Pero a nadie se le ocurrió instaurar un Día del Amigo, por ejemplo, como sí hicieron nuestros hermanos argentinos aprovechando que el hombre llegó a la Luna: algo así como festejar la esperanza de que existan amigos de otros mundos, aunque aún no los conozcamos.
El idealismo del asunto es indiscutible. Porque además el día del Amigo se practica y se comparte como algo fundamental, hasta un punto que nos resultaría difícil comprender, porque no se queda en la superficie. Es más importante que aquí el día de Reyes, e incluso que el día de la madre.

Por ejemplo: ayer 16 de octubre se celebró aquí el día de la Alimentación. ¿Y en qué consistió? Actos conmemorativos a nivel oficial para educar a la población en una alimentación sana y adecuada.
¿Quién participó? Aquellos a quienes pilló por medio algún evento.
¿Qué cambió? ¡Pero si ya todos sabemos lo que hay que comer para tener una dieta sana, y no lo practicamos porque no nos da la gana!...
A fin de cuentas, ¿a alguien se le ocurriría ayunar en el Día contra el Hambre, sólo para saber lo que realmente se siente con el estómago vacío y sin posibilidades de llenarlo? ¿Por qué todos los que hablan del hambre en el mundo tienen el frigorífico abarrotado? Tal vez nuestros abuelos sabían lo que era una sopa hecha con mondas de patata. Pero nosotros ante realidades así tenemos que cerrar la boca, porque las cosas no se conocen hasta que no se sienten.
En Argentina aún se siente la amistad, la lealtad, y unos cuantos afectos más que en este Occidente nuestro se van olvidando poco a poco. Aquí los festejos quedan más en lo superficial. Ellos tendrán su corralito y su crisis particular, pero en ciertos afectos e inclinaciones nos llevan la ventaja de la pasión, que ya estamos perdiendo.
Moraleja: todo el mundo nos puede enseñar algo. Solo hay que estar abierto a recibirlo.

1 comentario:

  1. Precioso artículo,lúcido,conmovedor, apasionante, realista,
    me gusta cada vez más tu blog.
    M.

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