“Según un esclarecedor dicho hindú, a lo largo de tu vida te topas con tres clases de personas: las que te ayudan, las que te dejan solo y las que te lastiman. Las primeras tienen la conciencia y la fuerza suficientes como para aliviar tu sufrimiento mejor de lo que puedas hacerlo tú. Para las segundas, tus problemas son una molestia y prefieren mantenerse a distancia. Las terceras quieren que tu situación siga igual porque no les interesa tu bienestar (y vamos a dejar los motivos aparte)”.
¿Que dónde he aprendido algo así? Me lo contó un tipo llamado Río Asta, y lo convertí en mi lema en “Por aquí pasó el taxidermista” (la novela).
¿De qué me ha servido saberlo? Para ponerle remedio. Y aquí va lo que he aprendido al respecto:
- En primer lugar: No cuentes tus problemas a quienes no le interesan.
- Segundo: Acepta la ayuda de quienes te la ofrezcan de forma sincera.
- Tercero: Pon distancia con aquellos que te lastiman: el suyo es un efecto tóxico que te roba energía sin aportarte nada a cambio.
- Último: Fuera autocompasión. Tu prioridad eres tú.
OTRO GURÚ ESPIRITUAL PARA TIEMPOS DE DECADENCIA Y APATÍA ANDEN ANDEN LLENEN CON SU FILOSOFÍA MÁS EGO AL SER HUMANO, CUANDO NO INTELECTUALES, CUANDO NO SALVADORES DE LA MORAL
ResponderEliminarAy, Norteña, y el caso es por más voces que suenen, los conceptos no nos entran. ¿El intento está de más?
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