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PORNOCHAHAS: ¿CASA LIMPIA O SUEÑOS SUCIOS?



Los franceses ya pueden hacer realidad sus sueños eróticos por 90-150 euros la hora: ha surgido una empresa online que ofrece servicios domésticos a cargo de un catálogo de sugerentes asistentas ligeritas de ropa. No nos engañemos: el mito sigue vivo, y los hombres siguen soñando lo mismo.
Es lo que ha descubierto Sensual Clean Service: un nicho de negocio novedoso, lucrativo, aunque escandaloso entre el sector conservador, hasta el punto de que ha despertado la polémica en el país vecino. De hecho, un grupo de políticos ha solicitado su cierre al entender que se promociona con imágenes que “incitan a la prostitución y denigran a la mujer”.
Las “pornochachas”, o LadyClean, se pueden contratar para limpiar el polvo, pasar la aspiradora, fregar el suelo… ¡vestidas! con un uniforme provocativo y sensual que despertará las fantasías de sus clientes mientras dejan su hogar como una patena.

El diario Le Parisien se hace eco de las declaraciones del alcalde de Lyon, quien afirma que se trata de prostitución enmascarada. Las asociaciones feministas lo consideran un insulto a la mujer. Pero Johann Blazy, el impulsor de la iniciativa, defiende que nadie se escandaliza de las empresas que ofrecen strip-tease a domicilio; y en el caso de Sensual Clean Service no se trata de prostitución ni de chicas de compañía, sino de limpiadoras: los clientes tienen prohibido tocarlas o grabarlas en vídeo.  
¿Estamos ante un nuevo caso de hipocresía social?
Posiblemente, porque la web también ofrece “próximamente” servicio de limpiadores masculinos, y nadie lo menciona. ¿Acaso eso no es denigrante para la imagen del hombre?
No seamos cínicos. Si existe un servicio, es porque alguien lo demanda, y tal y como menciona la web de Sensual Clean, cada hombre tiene sus propios deseos y necesidades, a los que esta iniciativa pretende aportar un toque picante y sensual para romper su rutina y convertir sus fantasías en realidad.
La prostitución sigue existiendo, pero aquí no se trata de eso (al menos en apariencia).
En los diarios y en la red hay miles de anuncios de trabajadoras del sexo al alcance de cualquier lector (incluso los menores de edad), y nadie pone el grito en el cielo.

¿Seguro que los que tanto lo critican están limpios de culpa para tirar la primera piedra?
Cierto que las LadyClean de la web son como modelos de PlayBoy; pero todas ellas parecen muy satisfechas de desempeñar su empleo de esa manera, no son esclavas del sexo ni han sido captadas por el mercado negro de la trata de blancas. Son jóvenes entre 18 y 25 años que voluntariamente se prestan a trabajar en esto.
A lo mejor, si alguien les ofreciera un puesto de secretaria ejecutiva por el mismo sueldo, se lo pensaban dos veces. Pero tal y como está el empleo… ¡Dejen que se ganen la vida con lo que puedan, hombre!
A fin de cuentas, si el sistema educativo no sirve para castrar las fantasías masculinas tradicionales y reciclarlas hacia otros campos... ¿De qué se extrañan los que se erigen en guardianes de la moral? 

2 comentarios:

  1. Como no sentirse hipócrita ante este tema, si opinas te y descubres tus pensamientos en estos temas tan "políticamente incorrectos" te juegas la animadversión del personal, pero de nuevo Andrea Berlián da en la clave.

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  2. Espero que este servicio venga enseguida a España, aunque para ello tenga que ensuciar levemente mi hogar.

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