CATASTROFISMO 2012

El mundo no se acaba, de momento. A menos que nosotros nos encarguemos de ello.

Pero los derrotistas se están poniendo tan plastas que algunos físicos están empezando a contrarrestar las predicciones catastrofistas de los agoreros: unos echando mano de las profecías mayas, otros de Nostradamus, y la mayoría haciendo gala de su ignorancia.

Ya nos libramos del impacto del cometa Halley, del efecto 2000 y de un largo etcétera de nefastas predicciones hasta la fecha. Las más socorridas han sido tres: el impacto de un meteorito gigante, la extinción del sol y la explosión de una supernova que nos engulle.

Menos mal que tenemos a la estadística para esclarecer las cosas. Y aquí es donde los científicos están atacando en serio. 

• Cada día la Tierra recibe el impacto de cientos de objetos celestes que se desintegran al rozar la atmósfera. Por estadística, cada 100 años caería uno de tamaño considerable como para llegar al suelo y provocar un pequeño impacto nuclear. Hace 65 millones de años el artilugio y el impacto fueron tan considerables que los dinosaurios se extinguieron. Pero estadísticamente, el fenómeno no se ha vuelto a dar. Así que, calma al respecto.
• En cuanto a que la llama del Sol se apague…  ocurrirá, sí, pero en el lejano horizonte de dentro de 5.000 años. Para entonces, si quedan humanos, ya habrán inventado como buscar un sol de repuesto que les siga calentando. Así que tranquilos también sobre este asunto.  
• Y acerca de que una estrella se convierta en supernova (estalle) tan cerca de nosotros que nos engulla o achicharre... la cosa cambia. Esto ¡sí va a ocurrir!

La estrella en cuestión se llama Betelgeuse, una gigante roja reconocible en el firmamento a más de 500 años luz de la Tierra. Pero no hay que alarmarse, porque esta distancia nos garantiza la inmunidad, y lo único que apreciaremos de ella será su brillo durante días o semanas en el cielo, incluso a la luz del día. Casi como un segundo sol.

Ahora bien, el hecho de que coincida con el 2012 es más que cuestionable.

Así que, para los que se aburren y se meten a pitonisos del fin del mundo, un consejo: dejad de mandarnos archivos basura con predicciones de segunda que saturan nuestros correos. Que ya bastante tenemos con preocuparnos del día a día. Y la Tierra no necesita vuestra colaboración para recordar que antes o después le llegará el día, como a todo bicho viviente.

Gracias.