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VIDEOJUEGOS TERAPÉUTICOS


Ya está aquí el primero de una nueva generación de videojuegos.
Se llama “Island”, y al igual que en la serie de televisión “Perdidos”, el protagonista se encuentra en una isla de la que debe salir. Pero el objetivo no es hacerlo cuanto antes, sino mantener en todo momento el autocontrol y la calma.
Este juego ha sido desarrollado por científicos del consorcio europeo PlayMancer, con financiación de la Unión Europea y el Ministerio de Ciencia e Innovación. Se ha puesto a prueba en el Hospital de Bellvitge (L’Hospitalet de Llobregat, Barcelona) para tratar a pacientes con ludopatía y trastornos alimenticios, y supone una auténtica novedad en cuanto a enfoque terapéutico.
Se ha probado con pacientes entre 18 y 35 años (tramo de edad más familiarizado con esta tecnología), que juegan unos 20-30 minutos bajo supervisión médica antes de someterse a una sesión de terapia. Hasta el momento, los resultados son positivos.
El paciente debe afrontar diversas pruebas en la pantalla, mientras permanece conectado a unos biosensores encargados de detectar sus expresiones faciales, inflexiones de voz y otras reacciones fisiológicas. Así se miden sus reacciones ante el desarrollo del juego. El reto es mantener el dominio y afrontar los obstáculos con serenidad. Por ejemplo, si mientras bucea pretende ir demasiado rápido o se estresa, el juego le resta oxígeno, con lo que pierde posibilidades de concluir la prueba con éxito. Es decir, en realidad no pone a prueba su destreza, sino sus reacciones emocionales.
Según el responsable de Trastornos Alimentarios, el doctor Fernando Fernández, a través del juego se obliga al paciente a “controlar las emociones negativas, el estrés, la frustración, el aburrimiento o la impulsividad, características que son difíciles de tratar en las sesiones de terapia”.
Hasta ahora, las nuevas tecnologías (mail, webs, realidad virtual) se habían empleado de forma terapéutica para tratar trastornos psicóticos, ansiedad o conflictos emocionales. Pero nunca se había desarrollado un producto específico para una dolencia concreta.
De hecho, cuando hace décadas aparecieron en el mercado los primeros videojuegos surgió la leyenda urbana de que producían epilepsia. Ahora resulta que se convierten en “medicinas” para curar trastornos severos.
Está claro que ningún invento es malo o bueno, solo lo es el uso que le demos.
Tal vez la realidad está cambiando, y por fin nuestro cerebro de homo sapiens comienza a vislumbrar valiosas posibilidades para este tipo de entretenimientos, que hasta ahora solo habían tenido una explotación puramente comercial. 

1 comentario:

  1. Está claro que los videojuegos serán no una realidad virtual, serán nuestra otra realidad. Es interesante que además funcione para tratar trastornos personales.

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