Sobre las langostas, no lo teníamos tan claro. Pero acerca de las cucarachas todos sabemos que pueden vivir en condiciones infecciosas e insalubres sin inmutarse, resisten a los insecticidas, se reproducen como plagas, y serían las únicas en sobrevivir a un ataque nuclear. Vamos, que aunque millones de personas les tengan repulsión (en grados variables desde la fobia al repelús), hay que reconocer que estos bichos son más bien listos y desde luego están bien dotados.
De hecho, su cerebro se estudia para aplicar sus patrones de respuesta y movimiento en robots.
Su movilidad se analiza para aplicarla a estudios sobre la velocidad y el equilibrio.
Pero ahora, además, se ha descubierto que tanto el cerebro de las langostas como el de las cucarachas contienen nueve compuestos químicos capaces de eliminar las superbacterias.
Aplicado al ser humano, desarrollar estos elementos en laboratorio nos serviría para crear nuevos antibióticos que erradiquen infecciones sobre las que los medicamentos actuales ya no son eficaces.
Concretamente, según la investigación llevada a cabo por Simon Lee de la Universidad de Nottingham (UK), podrían eliminar más del 90% del staphylococcus aerus, que resite a la meticilina (SARM), y cepas tóxicas de escherichia coli. Y todo sin dañar las células humanas.
O sea, que la próxima vez que veamos una correteando por el suelo… ¿quién va a ser el imprudente que le ponga el pie encima?
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