Dentro de unos meses se pondrá en funcionamiento el sistema “transplante en cadena”. Consiste en que todo aquel que necesite un órgano (de momento riñones, más adelante hígado), si quiere recibirlo debe buscar a un donante samaritano que le ceda su riñón a un tercero.
O sea, que ahora nuestra salud no está en manos de la Seguridad Social (¿será que no sabe gestionárnosla?), sino de particulares que quieran hacernos el favor.
Eso es lo que me hace temblar: que en nuestra salud intervengan factores como “favor”, “buen samaritano”, “altruismo”.
Oigan, que Estamos en España, que aquí se inventó la picaresca para todo. ¿Seguro que confían que esto no se convierta en un mercadillo al mejor postor y bajo cuerda?
Pero no, dicen en los medios. Si este es un sistema que ya funciona en Estados Unidos...
¿Estados Unidos? ¿El país que pretende reformar su asistencia sanitaria porque es insuficiente e incluso se fija en España para hacerlo? ¡Qué irónico que copiemos a uno que lo hace peor que nosotros!
Aunque claro, en eso ya tenemos experiencia.
Si no, recuerden que hace años nos metimos en la guerra de Irak (que nadie entendía ni deseaba) solo porque el amigo americano lo hacía. Y ahora vamos a copiar este sistema de trueque aplicado a la salud porque si viene de los gringos es que merece la pena.
¿Y qué pasa si me estoy muriendo y no encuentro a un altruista que me done nada, o no tengo los euros suficientes para sobornar su altruismo mal entendido? Yo entiendo que para los afectados cualquier posible solución es una puerta abierta a la esperanza, eso no lo niego.
Por supuesto, en el caso de que la cosa funcione todo resulta muy bonito. Pero... ¿tanto ha cambiado la historia? Porque en estos años de atrás nos ponían como ejemplo de país a la cabeza de los trasplantes.
Cierto que existe un buen motivo para que la estadística haya bajado, y es que al menos muere menos gente en las carreteras, algo es algo.
Cierto que existe un buen motivo para que la estadística haya bajado, y es que al menos muere menos gente en las carreteras, algo es algo.
PS: Por cierto, cuando se contemple también el trasplante de hígado en este programa… ¿alguien ha pensado que de este órgano solo tenemos un ejemplar? Si alguien lo dona, ¿con qué se queda?
Sigues estando sembrado. Las reflexiones que nos indicas son terroríficas y dan que pensar.
ResponderEliminarNunca pensé en hacer un club de intercambios de órganos, pero al ritmo que van las cosas habrá que meterlo en las redes sociales. ¿quién me cambia un riñón por altruismo?
ResponderEliminarEn cuanto al Hígado, nunca se saca entero sino una parte de él y esto es porque se regenera y puede recuperar gran parte de sus dimensiones. Y en cuanto a lo demás, si alguien es tan altruísta para donarnos nada menos que un órgano, yo confiaría mucho más en esa persona que en la Seguridad Social...y lo digo con dolor porque amo a este país con todos sus defectos.
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