miércoles

EL KILO YA NO PESA UN KILO


Todo se devalúa.
Las pensiones bajan.
Los empleos escasean.
El nivel adquisitivo merma.
Las vacaciones siempre resultan demasiado cortas. 
Y ahora un kilo ya no pesa un kilo, sino algo menos. Y no es broma.
El pobre patrón del kilogramo es un objeto, un cilindro de platino de 1.000 gramos de peso. Pero con el paso del tiempo ha perdido masa y ahora pesa 50 microgramos menos.
Curioso, porque todas las unidades básicas del Sistema Internacional de medidas deberían permanecer inalterables, pero no es así. En este caso, al remitirse a un objeto físico, la cosa se complica. Lo cual demuestra que no hay nada eterno.
Así que los científicos de todo el mundo andan reunidos en la Royal Society de Londres para arreglar el asunto. Porque el problema actual parte de la propia definición del protagonista: "Un kilo es igual al prototipo internacional". Cabría preguntarse entonces: ¿Y qué pasaría si desapareciese el prototipo?
La solución más posible es que acaben remitiendo el valor KILO a la constante de Plank (aquí nos metemos en el terreno cuántico) o bien a un número atómico (cuyo peso no variaría de aquí a la eternidad).
Pero entre tanto, no os asustéis si en el mercado pedís un kilo de lo que sea y la balanza se queda corta (pero la cuenta no): una sardina menos, una loncha de jamón menos o un bocado del frutero a las manzanas para restar esa diferencia de peso entre el kilo antiguo y el kilo nuevo.
El caso es que nos apretemos el cinturón, ya no saben cómo convencernos de ello.
A ver si los átomos o los cuantos nos sacan de esta, aunque tal y como están las cosas, lo mismo emigran a cualquier otro rincón del universo.

Otras curiosidades, para los adictos a la información:
  • El Sistema Internacional de Unidades (SI) cuenta con 7 unidades básicas: kilogramo (la única con un patrón físico), metro, segundo, amperio, kelvin, mol, candela.
  • El patrón del kilo se fabricó en Londres en 1879 con una aleación de iridio y platino.
  • Se guarda en la Oficina Internacional de Pesos y Medidas de París desde 1898.
  • Además del patrón, se realizaron varias copias que se contrastan cada año con el original.
  • 50 microgramos equivalen a un grano de arena.
  • Una alteración como esta podría hacer que dejaran de funcionar los aparatos electrónicos que utilizamos a diario, fabricados con microchips de precisión que necesitan un patrón estable para su diseño.
  • Si alguien estornudara sobre el prototipo, alteraría igualmente su valor y todas las medidas del mundo se volverían incorrectas (de ahí que lo tengan tan protegido).
  • Las definiciones de otras unidades básicas están en relación con el kilogramo (amperio, candela, mol). Si este cambia, las altera. 

CONCLUSIÓN: 50 microgramos son mucho. En este mundo no hay nada pequeño. 

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